Una artista colombiana nacida en Cali, una ciudad reconocida por su cultura vibrante y su sol eterno — elementos que influyen profundamente en su obra colorida y alegre. Su camino artístico comenzó en uno de los momentos más transformadores de su vida: el embarazo. Mientras preparaba la habitación para su hijo Benjamín, Angie empezó a pintar pequeños lienzos para llenar el espacio de calidez, amor e imaginación.

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Lo que inició como un gesto personal pronto llamó la atención de sus amigos, quienes le pidieron crear arte para los cuartos de sus propios hijos. A partir de esas primeras pinceladas nació una verdadera vocación artística. Hoy en día, las pinturas de Angie irradian la misma energía que la inspiró desde el principio: la luz del sol, el color y la inocencia de la infancia. Su estilo combina ternura con una expresión audaz, con frecuencia presentando animales de ojos grandes, formas juguetonas y paletas oníricas que despiertan asombro y conexión. Pinta desde su estudio en casa en Miami, donde trabaja junto a su esposo, el artista Mauricio Figué, y en ocasiones con su pequeña musa, Benjamín, quien todavía aporta risas e inspiración en cada proceso creativo.